Until Dawn vuelve a lanzarse en una versión Remake, esta vez con nuevo motor gráfico para PS5 y PC
Últimamente Sony ha tenido como estrategia lanzar remasters y remake de sus juegos de anterior generación. Una estrategia muy criticada y a veces innecesaria puesto que hay juegos que aún siguen viéndose con buena calidad gráfica por lo que un remake o remaster no hace mucha diferencia. Until Dawn es el caso y no entiendo cómo es que cuál era el objetivo o la base para hacer un remake siendo que la versión original sigue viéndose extraordinarios. Peor aún es que en consolas este remake tiene ciertas deficiencias que debieron corregirse por tratarse de un trabajo de mejoras de calidad.
Y el relanzamiento vuelve a ponerse casi al mismo precio de nuevo lanzamiento. El juego original, desarrollado por Supermassive Games y lanzado en 2015, narraba la aterradora historia de ocho amigos atrapados en las montañas de Blackwood Pines, acechados por un asesino en serie. Este remake, a cargo de Ballistic Moon, promete dar nueva vida a la experiencia, aunque con algunas decisiones creativas que han generado debate entre los fanáticos.
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La nueva visión artística en Until Dawn
El remake de Until Dawn utiliza el potente motor gráfico Unreal Engine 5, lo que resulta en mejoras visuales notables en los personajes y escenarios. Los detalles, como la piel mojada de Sam o las huellas en la nieve, ahora se ven más realistas que nunca. Sin embargo, uno de los cambios más comentados es el cambio en la paleta de colores. El filtro azul característico de la versión original ha sido reemplazado por tonos más cálidos y rojizos, reflejando las primeras horas del juego, que transcurren antes de la puesta del sol. Si bien esto añade una nueva visión artística, a mi consideración esto es algo que en ocasiones termina perjurándolo con el tono y atmósfera al que pretende adentrarnos.
Mejoras y problemas técnicos
A nivel gráfico, el remake es indudablemente superior, pero no está exento de problemas. Uno de los inconvenientes más criticados es que, a pesar de las mejoras visuales, el juego está limitado a 30 FPS en PlayStation 5, mientras que el original alcanzaba los 60 FPS en este hardware. Además, se han reportado ralentizaciones a lo largo del juego, lo que afecta la fluidez de la experiencia. Las secuencias cinematográficas tampoco fueron regrabadas, lo que ha llevado a algunos problemas en las expresiones faciales, que a veces resultan exageradas y restan naturalidad a los diálogos. A esto hay que añadirle que el diseño de algunos personajes resultaron desfavorecidos si los comparamos con la versión original. Lo que tiene a su favor es que se puede ajustar la pantalla panorámica y pasarla al formato 16:9 que sería el estándar de los televisores.
Cambios en la jugabilidad
El remake también introduce algunas modificaciones en la jugabilidad, como una cámara más móvil que añade dinamismo a los planos que antes eran estáticos. Sin embargo, algunos jugadores podrían extrañar los encuadres de cámara fija del original, ya que estos contribuían a generar tensión y terror. Además, se han hecho ajustes a los Quick Time Events (QTE), pero la eliminación de los colores en los botones ha complicado la identificación de la tecla correcta en momentos críticos.
Otro detalle interesante es la inclusión de un minijuego al recoger los tótems, donde los jugadores deben girar el objeto hasta encontrar una franja brillante. Sin embargo, la ausencia de un botón para correr ha sido una queja recurrente, ya que las secciones de exploración pueden volverse lentas.
Narrativa y Cambios
En cuanto a la historia, el núcleo sigue siendo el mismo; una trama del género slasher que como punto negativo insiste en el recurso mediocre de los jumpscares para generar tensión. El prólogo ha sido modificado para explicar mejor las circunstancias que llevaron a Hannah y Beth a su trágico destino, lo que aporta más contexto al inicio de la trama. Además, un personaje que originalmente moría de manera inevitable en el juego original ahora puede ser salvado, lo que añade una nueva capa de elección y consecuencias. El pequeño epílogo, por su parte, alimenta las especulaciones sobre una posible secuela. Todo esto sin arruinar el concepto del efecto mariposa y las consecuencias de nuestras decisiones, que al final este tipo de juegos tienen pocas variantes.
El remake de Until Dawn ofrece una oportunidad de revivir una de las experiencias de terror más memorables de los últimos años, con mejoras visuales notables y algunos ajustes en la jugabilidad. Sin embargo, no está exento de problemas técnicos, y algunos de los cambios en la visión artística podrían que a mi consideración arruinaron la estética del juego. A pesar de esto, la esencia del juego permanece intacta, pero considerándose un remake, nos queda a deber con una historia llena de decisiones tensas y momentos aterradores que mantendrán a los jugadores al borde de sus asientos.