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Reseñas

Reseña – Blasphemous: El pecado se hace carne

El camino del penitente jamás había sido tan tortuoso

blasphemous logo

Desde el 2017 ya le había echado una mirada a este juego, su diseño artístico era lo que más me llamaba la atención con una clara influencia al folclore español. Su protagonista, un penitente ataviado de capirote de nazareno nos refleja una cosmovisión particular del catolicismo; el cual tiene un claro referente medieval. El jugador debe controlar a un penitente que tendrá la labor de acabar con el pecado y la corrupción. No quiero adelantar sobre las obvias influencias artísticas y religiosas que posee este videojuego, quiero comentarlas a lo largo de la reseña.

Pero he de adelantar que, el videojuego me dejó un sabor agridulce; pues es en las influencias jugables es donde el juego flaquea; la principal, siendo la de Dark Souls con todas las mecánicas posibles que pudieron robarle. La dificultad y el desafío que se convierte en algo absurdo por su tosco diseño de niveles. Sabiendo esto de antemano, será mejor que vayamos con la reseña.

Blasphemous: La labor de un penitente simbolizada como el camino del creyente

Blasphemous historia

La historia de Blaspehmous parte de un argumento principal en el que, en ocasiones, los milagros se manifiestan como desgracias, dolor o sufrimiento, y otras veces son bondadosas. Evidentemente esto hace referencia a la visión culpígena y punitiva que tiene la fe Cristiana, en especial la fe Católica.  Una cinemática muestra cómo, lo cual parece una virgen de la cual, me atrevo pensar que se refiere a María, se golpea el pecho con un ídolo a la vez que pide que se le dé forma a su dolor y culpa; el ídolo toma forma de una espada que se clava en su pecho para que un milagro ocurra. Ella queda petrificada, y en un almacén de cadáveres, un penitente revive. El penitente toma la espada llamada “Mea Culpa” y tendrá que encargarse de acabar con el pecado, la culpa y la corrupción.

maría blasphemous

La atmósfera del juego es sofocante, todo es tormento, dolor, penas y sufrimiento. No podría ser más obvio un argumento tomado de Dark Souls, donde un no muerto debe acabar con todos los que se oponen a la llama. Aquí en Blaspehmous es llevado al mismo sentido heroico, sólo que con el deber de un creyente que carga la penitencia y la experiencia religiosa.

Referencias simbólicas por todas partes

maría la dolorosa

Puedo hacer múltiples interpretaciones sobre los jefes que están dentro del videojuego, donde el segundo puede ser muy claro; me gustaría dejarlo para un próximo artículo para ahondar libremente en ello, pero como dije, el estudio sevillano supo aprovechar muy bien la cosmovisión de su región para entregar una historia que no se cuenta con palabras y texto, sino que se muestra con arte. Puedo considerar que, sin decir mucho en sus textos; expresa más que las largas cinemáticas que los juegos tradicionales nos tienen mal acostumbrados; y digo mal acostumbrados, porque así es como se debe contar la historia a través del arte del mismo.

La historia no se compromete con lo que expone

sangre blasphemous

El único punto negativo que veo en la historia de Blasphemous, es la autocensura. En entrevistas, los desarrolladores han manifestado que representar imágenes religiosas y arte barroco de su propio folclore, aunado a su cosmovisión, está orientado para hacerle un homenaje, tal como lo hace Japón con su cultura en el anime; pero, evita hacer frente al cuestionamiento de la Psique religiosa, incluso, han mencionado puntualmente que evitaron incluir cruces o referencias directas con creencias cristianas, esto para no ofender; aún cuando las mujeres que aparecen en el videojuego son un claro referente de Las Virtudes Teologales, peor aún, cuando una de las mujeres está claramente basado en la Virgen María La dolorosa, donde cada una de las espadas encajadas en su pecho representan los siete dolores de María rumbo al calvario de Jesús.

No debieron abstenerse; este juego iba hacia a una reflexión más profunda, desaprovecharon una gran oportunidad para encarar al jugador de los prejuicios religiosos o la manera en que inconscientemente somos excluyentes hacia otros pensamientos religiosos, por el simple hecho de acatar el Código del Desierto. El pecado, la corrupción, el sacrificio, sacrilegio, paganismo y la culpa, es algo que está presente en el juego, pero evita encararlo para no ofender.

blasphemous penitente

Por otra parte, el Penitente no se transforma en su camino, se queda en una literalidad del acto; es un simple penitente que obedece sin tener una experiencia mística o metanoia. No está claro Por qué el, por qué precisamente este penitente y no otro, no hay progreso en aspectos íntimos, ni búsqueda en una redención personal. Por lo que, a final de cuentas, todas las imágenes sólo se convierten una mera colección de referencias artísticas y religiosas.

 

Jugabilidad: Tal como se esperaba que fuera, pero sin novedades

vástago de la abjuración

Aquí es donde realmente tenemos sabemos de qué está hecho el juego. Blasphemous toma muchas mecánicas muy conocidas para los seguidores de este género. Vemos una movilidad y controles toscos, propios de Castlevania, con habilidades que debemos de desbloquear. Por otra parte, la influencia de la saga Souls también es muy clara; los escenarios con atajos, el parry con remate, conseguir Matraces Biliares, etc. A pesar de que esto le sienta muy bien al juego, se queda simplemente en imitar la fórmula, no arriesga, no transmite la misma emoción que transmiten los juegos a los que intenta llegar a ser, excepto en los combates contra jefes.

Puede llegar a ser más frustrante que desafiante. A pesar de que tiene un gran diseño artístico de escenarios, en cuestión de diseño de niveles es bastante tosco. Les basta con interponer obstáculos cada vez más absurdos con el fin de que sea obligatorio volver a repasar ese escenario. No hay un factor sorpresa como lo suele hacer Bloodborne, Dark Souls e incluso Nioh. Todo es muy evidente y a leguas verás que deberás repetir el nivel hasta que dejes de cometer fatídicos errores.

blasphemous combates

El combate contra jefes es de lo mejor del juego, aunque algunos pueden contar con puntos débiles o ciertos aspectos que hacen más dinámico y frenético. Habrá que ser muy paciente con ellos, saber moverse y conocer sus patrones de ataque. Con algunos jefes encontrarás ciertas ayudas si logras encontrarlas; desde el jefe “Ten Piedad” hay una mujer que te ofrece su ayuda. Si la aceptas, ella te restaurará la barra de vida cada vez que lo necesites, así podrás ahorras algunos frascos de vitalidad.

Conforme progreses en Blasphemous puedes ir adquiriendo habilidades especiales, como lluvia de rayos que consumen un poco de stamina. Al momento de la batalla no hacen la gran diferencia, pues por lo que te debes de valer es por tu propia destreza. Podemos decir que esto puede quedar más como un coleccionable para ser rejugado.

Graficos y sonido

graficos

El apartado artísitco de Blasphemous es lo mejor que el juego puede ofrecer. Como ya dije, las referencias a las imágenes religiosas son evidentes. No solo está reflejado en el diseño de los personajes, sino en las cinemáticas, los escenarios que ya por sí misma te cuentan una historia y transmiten una emoción. El arte barroco sevillano está presente, grandes representantes como Goya, El Bosco y Velásquez son la mayor influencia de este juego.

La banda sonora es otro gran aspecto que el juego tiene para ofrecer. La música de Carlos Viola pasa a ser funesta y ominosa; pero que no deja pasar rasgos muy representativos de la música folclórica sevillana. Será mejor que la escuches en las listas de Spotify porque vale la pena prestar atención a cada una de las melodías que por sí solas transmiten una emoción.

En conclusión: Blasphemous me dejó con la misma expectativa con la cual lo vi por primera vez: sin esperar mucho de su jugabilidad, pero quedarme maravillado en su arte y banda sonora. Si bien la Historia puede considerarse un clon de Dark Souls, me ha encantado la visión y perspectiva que le han dado con una cosmovisión más cercana a la realidad de nuestra Psique religiosa; seas creyente o no, seas español o no, en México seguramente habrás visto un penitente de Semana Santa. Con este juego verás fielmente cómo se vive la pasión religiosa y todo el fervor que le rodea.

Me gustaría que te quedaras con esta impresión del juego, que, sin llegar a pretensiones transmiten una realidad a las que muchos videojuegos presumen de hacerlo con extensas cinemáticas y mecánicas de juego demasiado rebuscadas. ¿Vale la pena jugar Blasphemous? Sí, lo vale, será lo mejor de este año.

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