Mejor que nada
«Mejor que nada» es como presenta el responsable de lo que prometía ser el sucesor de Mega Man, y después de 3 años de desarrollo y más de 4 millones de dólares recaudados a través de Kickstarter llega Mighty No. 9 a todas las consolas.
Debemos de decir que Kenji Inafune nos prometió resucitar el género de plataformas en 2D y con esa misma esperanza los nostálgicos fans decidieron donar dinero para este proyecto. La realidad es que este juego es un fraude y te explicaremos por qué.
Tabla de contenidos
¿Historia?
La trama de Mighty No. 9 es contada a través de cinemáticas en tiempo real en las que los personajes no mueven la boca, algo que no se veía desde los tiempos del Play 1 y el Nintendo 64. Después tenemos una historia en exceso parecida a las de Mega Man, pues nuestro personaje es un robot con forma de humano que lucha para detener a todas las máquinas que se han revelado en contra de los humanos (robots mineros, de purificación de agua, reparadores de plantas eléctricas y demás). Detrás de esto está un doctor malvado que tenemos que detener. Por lo tanto, tenemos que pasar por 8 escenas para completar el objetivo. Para esto no estaremos solos, pues contamos con el apoyo de el Dr. White, su colega el Dr. Sanda y la chica robot Call que nos proporcionarán todo el apoyo necesario para salir adelante en cada misión.
Como se puede ver, en cuanto a trama el juego es una copia casi exacta de lo que ya habíamos visto antes con el bombardero azul original.
Mecánicas de juego
Aquí entramos a uno de los aspectos más sólidos del juego, pues la manera en la que se juega no se siente tan forzada o acartonada a la hora de utilizar los comandos.
Lo primero que debo destacar es el lento sistema de disparo, pues a diferencia de otros juegos de su estilo, cuando atacamos con nuestra arma los tiros salen demasiado despacio, no importando que tanto presiones el botón, esto puede llegar a afectar sobre todo en las batallas en contra de los jefes finales. Tenemos la acción de dash, el cual se utiliza para matar a los enemigos e ir moviéndonos por el escenario con más fluidez, además de que puede usarse en repetidas ocasiones y sin un tiempo de carga muy prolongado. Básicamente el juego trata de dispararle a los enemigos hasta debilitarlos lo suficiente para acabarlos con nuestro dash y así absorber algunas habilidades que ellos tengan.
El resultado es un juego que se siente más rápido que un Mega Man común, aprovechando todas las capacidades de nuestro protagonista para avanzar por los mundos que se nos presentan.
Otro de los problemas de este juego es el diseño de niveles, pues todos están hechos de la misma manera; tenemos cada escenario dividido en 3 secciones y en las cuales habrá 2 sub-jefes bastante carentes de originalidad. En general se siente lineales y sin inspiración para seguir avanzando.
La dificultad es bastante aceptable, pues tendremos que explotar al máximo nuestras habilidades aprendidas para no morir y tener que empezar el nivel desde el principio (tendremos 3 vidas). Debo de aceptar que morí demasiadas veces gracias los jefes finales y sus patrones difíciles de memorizar en cierta medida por lo pobre del diseño.
En general las mecánicas del juego son las que salvan a Mighty No. 9 de caer en el fracaso total, pues son más que recomendables y no te harán sufrir en las partidas.
¿Tiene rejugabilidad?
La duración del juego es bastante corta, ya que si no nos quedamos atorados en algún nivel, lo podremos terminar al rededor de unas 4 o 5 horas. Además, después de haberlo completado la primera vez, este título no nos da razones para volver a pasarlo, ya que no tenemos ningún tipo de coleccionable o secretos que podamos descubrir. Cabe mencionar que si decides jugarlo en la máxima dificultad te encontrarás con un reto más que aceptable para todos aquellos jugadores de la vieja escuela.
Tal vez tengamos otros modos de juego, pero ninguno te da la sensación de querer seguir jugando, ya que son retos muchas veces sin sentido, o pruebas a modo de tutoriales para familiarizarte con los nuevos ítems que vas adquiriendo.
Así que no, este juego no cuenta con una rejugabilidad que valga la pena más allá de pasar la campaña con el reto máximo.
Gráficos y sonido
Lo que probablemente sea el aspecto más débil del juego es el apartado gráfico, y es que no tenemos ningún problema en como se vea el juego mientras este tenga calidad, pero en Mighty No. 9 todo se ve mal. El juego parece que va en calidad mínima todo el tiempo debido al mal diseño de las texturas y los modelos. Animaciones mal hechas de enemigos que desaparecen sin ningún tipo de animación, las peores explosiones que he visto en mucho tiempo, escenario que tardan en cargar, etc. Además, lo peor que tiene este juego dentro de este tema, son las caídas de framerate, las cuales son tan importantes que hasta en las máquinas más potentes perecen. Un pésimo trabajo.
En lo auditivo el juego es regular, ya que si bien los trabajos de doblaje de voz son muy olvidables, habrá elementos dentro del escenario que encajen en buena manera. A pesar de que la voz es lo principal debido a la falta de animaciones, muchas veces te dará risa las voces que han elegido, incluida la de nuestro protagonista que es muy aguda y no encaja con su personalidad. Aquí se podría decir que el trabajo está hecho a medias.
Conclusión
«Mejor que nada» es lo que dice Inafune de este juego, pero con el resultado que estamos viendo hubiéramos preferido nada. Con tantos errores que tiene y con el pésimo diseño en todos sus aspectos, este juego ha fallado brutalmente en su objetivo de ser un sucesor de un clásico como lo es Mega Man.
Con un presupuesto tan grande dado por más de 70 mil personas a lo largo de su campaña de recaudación, Mighty No. 9 se ha convertido en un completo fraude, principalmente por la promesa de darnos un buen juego. Estamos ante la decepción más grande de todo el año, y esperamos que los próximos proyectos que necesiten del dinero de los fans sí valgan la pena.
Por mi parte debo de decir que no hay ninguna razón para probar este juego, salvo que sea un gran nostálgico de los juegos en 2 dimensiones, y aún así, hay muchísimas opciones mucho mejores que este mediocre intento.