Ori and the Blind Forest es un juego que no tiene desperdicio
De vez en cuando uno quiere alejarse de los juegos AAA, para volver a lo convencional, lo básico, aquello que entretenía precisamente por su sencillez y te mantenía siempre atento y pegado a la pantalla por su dificultad, algo que constantemente te retaba y siempre te decías: “Ahora sí, el último intento y dejo de jugar” si podríamos describir en dos palabras lo que sería Ori and the Blind Forest es precisamente eso, “Un juego sencillo y retador” y como adjetivo calificativo diría que es un juego que no tiene desperdicio. Es sorprendente ver cómo algo que aparentemente no requiere tanta labor en calidad gráfica puede ser más atrapante que cualquier juego de los que pretenden innovar la industria. Evidentemente el juego está muy cuidado artísticamente, pero a lo que voy es que no hay que cuidar tanto del foto realismo para demostrar lo atrapante que se puede volver un juego. Me gustaría primero desmenuzar este juego en todos sus apartados, Historia, jugabilidad, gráficos, sonido y mencionar los pros y los contras que tiene cada uno de ellos, esto con el deber de hacer más clara la reseña y objetiva, por supuesto.
Historia llena de fraternidad y lealtad
Los primeros minutos del juego controlaremos a una criatura gigante, un poco lenta y torpe al andar. Se veía solitaria, pero pronto encontró un amigo que lo cuidó como si fuese su hijo. Puedo decir que la historia es un tanto cliché pero muy conmovedora y que infunde muchos valores en cuanto se crea un fuerte vínculo fraternal. Últimamente hemos visto juegos con mucha violencia, que incitan muchas conductas inapropiadas y ojo, con esto no estoy diciendo que está mal que se publiquen este tipo de juegos, cada artista tiene su forma de ver el mundo. Simple y sencillamente resulta muy contrastante que todavía existan títulos que muestren valores y principios fundamentales como es la lealtad. Un juego que podría resultar hasta inocente y hecho para toda la familia, sin embargo, su dificultad, de la que hablaremos más adelante, no es apta para todos. Volviendo al tema de la historia se cuenta que un día el bosque enfermó y con ello escaseo los alimentos. La criatura gigante se encargó de cuidar a su pequeño amigo y prefirió darle comida primero a él, aunque esto implicara que dejara de comer. Como decía, la lealtad de lazo fraternal implica sacrificio y aquí se muestra hasta el punto de que la gran criatura murió de hambre. Pronto el pequeño amigo tuvo que abandonarlo para buscar más comida, pero en su camino perdió fuerzas. En un instante el espíritu del bosque nos reanima y nos pide que acabemos con la oscuridad, misma que enfermó le bosque y que ahora amenaza con matarlo. Es aquí entonces donde embarca nuestra aventura.
Jugabilidad adictiva y desafiante
Si podríamos resumirlo de una manera, este juego pertenece al género plataformero con pequeños esquemas de resolución de puzles. Pero con esto no quiere decir que el juego sea lineal sino que al contrario, pareciera que estamos en un laberinto y esta es uno de los mayores pros o cualidades que tiene el juego. No tenemos siempre un mapa que nos indique hasta de qué punto a qué punto debemos de ir. A primera instancia tendremos que descubrirlo nosotros mismos y para que se muestren ubicaciones claves en el mapa, debemos recoger algunos objetos que no precisamente están al alcance de nosotros, es aquí donde se le añade la dificultad del juego. Ya tenemos 2 cosas: Que fácilmente nos podemos perder y que para ubicarnos mejor, debemos recoger objetos que son un poco difíciles de conseguir. Una vez que tengamos bien ubicado nuestro camino nos encontraremos que está bloqueado por una puerta rústica de piedra y que para seguir avanzando debemos encontrar piezas de piedras que incrustaremos en la puerta. Claramente no la tendremos fácil y encontraremos muchos enemigos en nuestro camino. Conforme avanzamos iremos adquiriendo nuevas habilidades y nos daremos cuenta que tendremos un árbol completo por desbloquear. Los enemigos y otros objetos soltaran unos orbes amarillos, esos son los que nos darán puntos de habilidades, cuando se rellene el circulo amarillo de los orbes que hemos recolectado, es entonces cuando podemos gastarlo.
¿Cuál es la dificultad cuando es solamente un juego de plataformas?
Hay algo que no he mencionado al respecto y que es fundamental en este juego. Aquí no hay regeneración automática, hay círculos de vida, así como lo hay para los sistemas de ataque. En un principio se nos dan tres que serán fáciles de perderlos con cada trampa que hay en el juego. Hasta lo que aparenta ser muy inofensivo es en realidad un gran enemigo, somos vulnerables a todo lo que habita en el bosque, por lo cual hay que estar muy atento. Para adquirir más cirulos de vida, tendremos que buscarlos en los escenarios, el mapa no nos indica dónde está, por lo que la exploración es primordial y como dije, son complicados de obtener. El control es preciso responde perfectamente bien a todos los movimientos que hagamos, a tiempo. Así que no le eches la culpa al juego cuando no puedas pasar un nivel.
Por ser un juego tan sencillo a veces creemos que presta mucho a la repetición, pero es precisamente todo lo contrario, conforme adquieres nuevas habilidades se te interponen nuevos retos cada vez más difíciles, puesto que tus habilidades también van en aumento. Lamentablemente toda esta maravilla jugable se ve diezmada cuando vemos que muchas veces tendremos que cumplir los mismos objetivos principales cuando ya tenemos dado un largo tramo en la historia. Además de esto, es un juego que se basa más que nada en un ensayo de prueba y error. Repetir y repetir hasta que nos salga bien. Una vez completado el juego no hay nada que hacer, puesto que la partida se reiniciará, no importa lo que hayas tenido pendiente, tienes que volver a empezar. Para mí eso es algo terrible puesto que no se presta a la rejugabilidad. A veces queremos pasarnos la historia primero para después repasar lo que dejamos pendiente y descubrir nuevas cosas. Aquí no hay espacio para eso, pero si no te molesta conseguir absolutamente todo hasta lo que ya habías desbloqueado, pues bien por ti.
Gráficos: Una obra de arte viviente
El juego no es 3D ni mucho menos un gran avance de engine gráfico, aquí lo que destaca es su diseño artístico y eso para mí tiene mayor valor que el fotorealismo. Todos los juegos actuales quieren impresionar con qué tan parecido se ve a la realidad y cada vez somos más y más exigentes a ello sin darnos cuenta que aquí lo que vale son que las compañías nos muestren un enfoque distinto, sin estandarizar la industria. Este juego apuesta por eso, nos brinda una variedad de diseño que nos recuerda mucho a animes famosos como «La Princesa Mononoke», «El viaje de Chichiro», «La leyenda del dragón milenario» y entre otros más. Se muestra en todo momento la incesante batalla que ha tenido la luz contra la oscuridad. El bosque resulta ser inquietante y que siempre nos dará curiosidad explorarlo, sobretodo esas zonas escondidas.
Sonido
En lo que va del año no había escuchado algún juego que tuviera una buena banda sonora. Este juego merece un reconocimiento en la lista a lo mejor de lo que va del año. La banda sonora se matiza perfectamente bien con el ambiente del juego, pero nos hubiera gustado que en momentos puntuales hubiese melodías para recordar. En cuanto el sonido ambiente es perfecto y cumple perfectamente con su propósito que es transmitirnos la sensación de que estamos ante un ambiente faunesco, triste y melancólico, lleno de oscuridad y sin espacio para la esperanza, aunque en el juego señala que algunos optaron por ella, pero murieron por preservarla.
Veredicto
Definitivamente estamos ante un juego que no deberías perderte, todo en sí es provechoso y vale mucho la pena. Es bueno que de vez en cuando nos demos tiempo para apreciar, si podría decirlo de alguna manera “Juegos alternativos” ante toda esta estandarización de la industria y decepciones que nos ha dado, queremos escapar de esto y a veces lo mejor se encuentra precisamente en lo más sencillo. El juego lo podemos encontrar para Xbox 360, Xbox One y PC.