De la mano de Daedalic nos ha llegado una adaptación a uno de los libros más extensos de la literatura universal, que ha tenido adaptación hasta en un juego de mesa. Faltaba solamente que tuviese un videojuego y ha llegado. En cierta parte es de agradecer que Telltale no se haya encargado de adaptarla, para mí esta compañía entró en una especie de zona de confort donde no se ha arriesga a reinventar algo; una vez asegurada la fórmula, van del punto A al B. Esta obra literaria buscaba ser reflejada de una forma más audaz y de manera tan artística como lo han conseguido magistralmente aquí. La mala noticia, por así decirlo, es que se trata de una aventura gráfica y como tal le limita muchos aspectos que un videojuego bien planteado lo hubiesen aprovechado.
Pero fuera de esto, el entorno a pesar de ser puros escenarios planos, se sienten bastante sumergibles, adaptables y gran parte de eso se debe al diseño artístico, puedes tomar cualquier captura del juego y verás que es toda una obra artística, un trabajo de ilustración y estilo en el que debemos detenernos a observar. Quienes estén más relacionados con el arte plástico se darán cuenta de muchos detalles, pero lo bueno de una obra de arte es que no necesitas ser un experto para apreciarlo, la misma narrativa, acompañada de la música te va absorbiendo. Las voces son otro gran punto a su favor, que afortunadamente han llegado en su idioma original para que no se pierdan por ahí las verdaderas intenciones en las que se expresan.
En cuanto a jugabilidad, como ya lo hemos dicho. Es una aventura gráfica y los único que esperamos de esto es ordenar a que el personaje camine de un lugar a otro e interactúe con el escenario, ya sea abriendo puertas, caminos, hablando con la gente o resolviendo Puzzles. Los puzzles son demasiado sencillos y sirven de pretexto para detenerse en algunos lugares o conocer mejor algunos personajes. Todos los personajes fueron bien adaptados de acuerdo a su personalidad y muy bien interpretados en las voces.
En conclusión, podemos decir que estamos en una muy buena adaptación, que yo no lo puedo considerar un videojuego como tal, un videojuego involucra muchas cosas más que resolver puzzles, y caminar de un lado a otro. Le queda bien como una aventura gráfica, porque eso es lo que es, una narrativa interactiva, otra forma de leer el libro, como quien toma una novela gráfica, donde nadie espera leer una novela, quiere ver a los personajes interactuar directamente sin la intervención de un narrador.
