Nightreign se basa en el universo de Elden Ring, pero olvídate de una historia épica y cohesionada como la del juego original. Aquí todo gira en torno a las 8 clases, los Nightfarers, cada uno con su pequeña historia personal en misiones separadas. Eso hace que la narrativa general se sienta fragmentada y rápida, sin ese peso o profundidad que esperaba.
No te vas a enterar mucho de qué está pasando realmente en el mundo, y la trama principal termina rápido, casi sin ceremonia. Pero ojo, las historias de los personajes son interesantes y le dan algo de sabor al universo más allá del típico Tarnished.
Las historias se cuentan en algo llamado Remembrances, que son escenas especiales donde vas desbloqueando páginas del diario de cada personaje con tus acciones. A veces tienes que hacer misiones en el Roundtable Hold o salir de expedición por Limveld. Pero muchas veces, te quedas atascado porque el juego no explica un carajo de cómo funcionan ciertas mecánicas multiplayer o requisitos ocultos.
Por ejemplo, nunca te dicen que no puedes hacer matchmaking con otros que estén haciendo la misma Remembrance. O que si no eres el anfitrión, tus objetivos no cuentan. Esto genera mucha confusión y pérdida de tiempo.
Aún con eso, si te gusta el lore y descubrir secretos, vas a tener material suficiente para entretenerte. Eso sí, no esperes que tenga la misma riqueza o detalle que el Elden Ring original. La base del mundo y sus jefes clásicos sostienen el interés, pero es más un fanservice que otra cosa.
Puedes jugar sin saber nada del Elden Ring y no te vas a spoilear el original, pero si eres fan, Nightreign te va a enganchar gracias a su universo compartido.
Gameplay: Lo Bueno y Lo Malo

Aquí el reto era complicado: tomar la jugabilidad de Elden Ring, que es brutalmente buena, y adaptarla a un modo multiplayer rápido y condensado.
El loop principal es sencillo: te lanzan a un punto aleatorio, limpias enemigos, subes rápido de nivel, recoges loot y bonificaciones en unas zonas, y luego tienes que lidiar con un “ring” que se va cerrando, como en un battle royale. Esto pasa dos veces antes del primer jefe. Después tienes otro día para explorar y pelear con un boss más fuerte, y finalmente un jefe final donde tienes que darlo todo.
Si muere alguien, puedes revivirlo disparando, pero si todos mueren, pierdes nivel o la partida. Es simple, rápido y directo.
Las mejoras vienen de los diarios y reliquias que consigues. Las reliquias son lo que realmente cambia cómo juegas, porque te dan bonificaciones especiales.
El Roundtable Hold parece que tiene mucho contenido, pero es puro adorno. Los NPCs solo sueltan líneas cortas y nada relevante. Al final, el único incentivo real es conseguir atuendos con la moneda de las expediciones. Los outfits molan por nostalgia, pero son muy limitados comparados con la variedad del Elden Ring original.
Si te gusta personalizar builds o armas, aquí vas a quedar corto. Las diferencias entre clases son básicamente habilidades fijas y stats básicos, nada para hacer builds profundos o combos locos.
Si eres de jugar con una clase, puede volverse repetitivo y aburrido. Si te gusta probar varias, la experiencia se mantiene fresca porque cada run se siente diferente.
Recomiendo mucho usar el matchmaking con la contraseña FEXTRA para jugar con gente que sepa lo que hace y conseguir mejor loot.
Al principio, el juego se siente rápido y caótico, y morirás mucho por no conocer las zonas o caer en trampas. Pero a medida que aprendes las rutas y mecánicas, se vuelve muy satisfactorio.
Los Nightfarers y Equipamiento

Hay 8 clases, cada una con armas, habilidades y stats propios, y no puedes mezclar roles. Por ejemplo, un mago no puede ser tanque. Dos clases se desbloquean jugando un rato, y esperemos que añadan más.
Cada clase tiene 3 habilidades únicas que cambian totalmente el combate. Por ejemplo, el Executor es parry puro, y tiene una mecánica oculta de cambiar entre dos espadas para hacer parrys sin que te lo expliquen.
El equipamiento es lo que más impacta el gameplay. Hay armas y hechizos variados, pero todo es RNG: los stats y habilidades en armas son fijos o aleatorios, y no puedes modificar o infundir nada. Eso significa que cada partida es una ruleta y te obliga a adaptarte a lo que encuentres.
Ver armas icónicas de Elden Ring como Rivers of Blood o Maliketh’s Black Blade es un gran plus. Pero la mala noticia es que no hay ni un solo ítem nuevo, todo es reciclado del original. Eso duele para quien esperaba novedades.
Combate: Donde Nightreign Brilla

El combate es rápido, fluido y más agresivo que el original, gracias a la velocidad y a las habilidades de clase y ultimates.
La combinación de habilidades, ataques y magias abre muchísimas posibilidades. Por ejemplo, el Recluse, la clase maga, puede jugarse de maneras muy distintas según cómo uses sus habilidades.
Aunque los enemigos son los mismos, el cambio en ritmo y habilidades hace que pelear con ellos se sienta fresco y desafiante. Puedes elegir cuándo arriesgar y cuándo retirarte, lo cual es clave para dominarlo.
Rendimiento, Diseño y Audio
Los bosses están bien diseñados y los enfrentamientos con los Nightlords son espectaculares.
En PC corre bien, con algunos bajones en sistemas bajos, pero casi siempre estable a 60 FPS. No hay opción para 90 FPS nativa, lo cual es raro.
La música cumple con creces, con temas memorables como “The Shrouded Roundtable Hold”, que captura perfectamente la nostalgia y melancolía del juego. Los compositores del original están aquí, lo cual es un plus.
Eso sí, las actuaciones de voz dejan mucho que desear; las líneas suenan rígidas y sin la calidad que vimos en Souls anteriores.
Duración, Rejugabilidad y Multiplayer

La campaña principal dura unas 20 horas para un jugador promedio. Grupos experimentados pueden terminar bosses en media hora.
Yo tardé unas 36 horas en completar las historias de tres Nightfarers y todos sus bosses. Si quieres desbloquear todo y probar los 8 personajes, tienes contenido para rato.
La rejugabilidad es alta gracias a la variedad de clases y el loot aleatorio. El DLC anunciado seguro añadirá más contenido y razones para volver.
El multiplayer es divertido, pero no puedes comunicarte por voz o texto, solo con pings. Esto puede ser frustrante cuando los compañeros no juegan en equipo o son egoístas con el loot.
El netcode P2P sigue dando problemas: lag, enemigos que recuperan vida, desconexiones, etc. No hay servidores dedicados. Para la review esto fue molesto, pero esperemos que en lanzamiento la situación mejore al jugar en tu región.
Conclusión Final
Nightreign no es un juego largo ni una obra maestra narrativa, y sí usa mucho contenido reciclado de Elden Ring. Pero, a pesar de eso, consigue entregar un gameplay sólido, rápido y divertido que los fans del multiplayer y del combate al estilo Souls van a disfrutar.
No esperes la misma profundidad del Elden Ring original, pero si buscas un juego rápido, con buen combate y multiplayer, Nightreign cumple con creces.