Destructive Creations se estrena en el mercado de los videojuegos con Hatred, un violento y sanguinario juego que por su polémica se hizo el punto de mira para muchas personas. Muchas estaban a favor, otras en contra. Lo cierto es que si no hubiera sido por esto, quizá el juego no hubiera tenido el hype necesario y probablemente hubiera pasado desapercibido por muchos.
Tabla de contenidos
Es un buen día ¿Para matar?
En Hatred, nuestro protagonista se encuentra muy enojado con la sociedad que lo ha tratado bastante mal. Entonces, así sin más, un día se decide a tomar venganza y comenzar a asesinar a sangre fría a cualquiera que se le cruce enfrente; no importa si es un padre o madre de familia, un joven con toda una vida por delante o un anciano que sólo quiere pasar el resto de su vida en paz, todos sin excepción deben morir.
Campaña corta y repetitiva
La campaña es muy corta, fácil la terminas con 6 u 8 horas seguidas. Claro que depende en qué dificultad estés jugando y qué tanto explores el mapa.
En cada nivel siempre tendrás el mismo objetivo, eliminar a toda la población presente distribuida por distintos lugares como un centro comercial, casinos, cloacas, barrios residenciales. En ocasiones llegarán escuadrones de policía a intentar detener tu sed de venganza, incluso puedes atravesar comisarias mientras recorres el mapeado de algún nivel.
Conforme avances, se irá aumentando la dificultad y cantidad de personas a eliminar, habrá más fuerzas policiacas y con mejores equipamientos y más obstáculos.
Los niveles tienen un diseño de “mundo abierto”, en el que puedes explorar la zona con total libertad. Además, aparte de los objetivos principales podrás encontrar también secundarios, mismos que son completamente aleatorios porque puedes hacer un nivel cuantas veces quieras pero estos siempre variarán. Esto es un elemento interesante que favorece a la rejugabilidad del título.
Escenario interactivo y detallado
El detallado artístico de los escenarios no va nada mal para la temática del juego, un filtro en blanco y negro donde lo único que resalta en color es la sangre de tus víctimas y el haz de luz que hacen las armas al disparar.
Un punto favorable es que tenemos casi total interactividad con el escenario, podemos destruir casi cualquier cosa y las animaciones de destrucción son bastante buenas. La física implementada también sobresale bastante, ya que las paredes, puertas o ventanas se vienen abajo de una manera muy convincente.
También podremos usar la mayoría de vehículos que nos encontremos en el escenario con tal de sembrar el caos.
Arsenal: nada del otro mundo
El estudio debió haber cuidado más este aspecto, ya que tratándose de un juego con una temática algo realista, el arsenal disponible debió ser mayor y más veraz. No hay mucha variedad de armas, contamos con rifles de asalto, escopetas y pistolas. En cuanto a granadas sólo contamos con bombas molotov, de fragmentación y minas.
¿Historia? ¿A quién le importa?
La campaña no pretende enseñarnos en lo más mínimo cuál es la razón de que nuestro salvaje protagonista sea un asesino desquiciado, simplemente nos invita a masacrar gente sin tón y són.
Cada nivel nos pone un contador de personas que debemos matar, el cual es ascendente conforme avancemos en la campaña. Cabe mencionar que en niveles altos la cantidad de civiles a eliminar es bastante, y te puede llegar a costar cierto tiempo terminarlo porque los desafortunados ciudadanos son muy escurridizos, y en cualquier distracción que tengas terminan escapando para que no los vuelvas a ver nunca más.
La dificultad es todo un desafío
Sí algo le podemos destacar a Hatred es su nivel de dificultad, nada mal para el tipo de juego que es. Habrá niveles donde incluso en la dificultad media morirás varias veces. Lo malo es que cuentas con una cantidad de “respawns” limitada, misma que obtendrás conforme completes objetivos secundarios, y si los agotas, volverás al inicio del capítulo en el que te encuentres.
El medidor de salud deberás cuidarlo bastante a la hora de los tiroteos. Si estás a punto de morir, la única manera de reestablecerlo un poco es haciendo una eliminación a una persona que agonice en el suelo. Al principio puedes sufrir un poco haciendo esto, pero después te acostumbrarás.
Jugabilidad: ¿buena o mala?
El juego cuenta con una cámara que nos ofrece una perspectiva isométrica, que sinceramente no le favorece en nada, te quedas atrapado con obstáculos, te tropiezas con otros o simplemente no logras ver qué es lo que tienes por delante, y el tono en blanco y negro lo dificulta todavía más; sí, va bien a la temática del juego, pero está de más.
¿Polémico igual a bueno?: No
Hatred llegó hasta donde está gracias a su polémica; desafortunadamente, no fue más que una decepción total.
El juego no es tan malo en sí, te puedes llegar a entretener bastante, incluso puedes gastar muchas horas jugándolo, pero después de cierto tiempo notarás que es bastante repetitivo y terminarás aburriéndote de él. La característica de matar civiles desarmados sólo por placer tampoco es tan llamativo, quizá, si no eres tan mala persona, llegarás a sentirte mal después de haber terminado con algunas cuántas vidas inocentes.
Quedan pocas cosas que salvarle al juego, como su buen detallado y escenario interactivo donde puedes destruir casi cualquier cosa. Su diseño abierto en los niveles también lo favorecen un poco. El soundtrack tampoco es tan malo. De ahí en más, Hatred seguro quedará en el olvido de muchas personas en muy poco tiempo.