Desde su revelación, Biomutant fue un juego que me llamó mucho la atención. Es curioso que el juego hasta sus vísperas de lanzamiento haya tenido una cierta relevancia y no por los motivos adecuados. El juego siempre pasó desapercibido a tal grado que durante un largo lapso de tiempo dejamos de saber de él; tal como dejamos de saber de Dead Island; juego que fue revelado en el 2014 y que a la fecha no tenemos noticias de su desarrollo. Del mismo modo que el ejemplo anterior, Biomutant tuvo problemas en su desarrollo y es por ellos que por un par de años dejamos de saber de él; curiosamente se volvió a dar noticias del juego faltando meses para su lanzamiento, y pues no había cambiado mucho al respecto.
El concepto es llamativo, un juego de una ambientación de criaturas antropomorfas y un mudo abierto por explorar. Por fin tuve la oportunidad de jugarlo, tenía cierta expectativa del juego y desgraciadamente Biomutant no es un juego malo en sí, hay una intención por entregar un buen producto, pero aún le quedaron muchos detalles por pulir y afinar.
El juego se queda en su concepto, todo con falta de desarrollo en la ejecución de sus ideas. No sé si al juego le faltó presupuesto o como dije, más tiempo de desarrollo, pues en todos sus puntos gráficos y jugables se queda como un trabajo inconcluso; y me atrevo a decir que probablemente la campaña del juego y cierta parte de su jugabilidad fue recortada, pues las misiones principales tienen el mismo interés que una tarea o misión secundaría, lo que provoca que el juego se agote inmediatamente y termine por sentirse repetitivo.
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En Biomutant tenemos una historia simple con un mensaje simple
Nuevamente estamos ante un concepto post apocalíptico; en la que la intervención humana mediante la contaminación de desecho radiactivos terminó por provocar el colapso y fin de la vida como la conocemos. En el universo del juego existe el árbol de la vida que es la que sustenta lo poco de vida y reverdecimiento que hay en la tierra. Éste se agota y nuestro deber debe ser lo posible para mantenerlo con vida. Junto a ello hay una lucha de facciones en la que se nos invita a formar parte de una de ellos. Independiente de cuál facción elija el jugador la historia será la misma.
El mensaje del juego es claro; hacer una reflexión sobre como los contaminantes provocan un gran efecto negativo a la tierra, y que como suele ser en algunos casos, algunos tipos de vida se adaptan a éste o mutan a causa de la radiación o contaminantes.
El argumento y el mensaje se hace tan obvios que se vuelve cursi, y más que un mensaje de reflexión se entiende como un discurso hippie; no hay desarrollo en la trama, recurre a lugares comunes, incluso en elementos que no pertenecen al contexto que la ambientación e historia intenta buscar; el hecho de que haya una especie de aura de bien y mal como si fuese el ángel y demonio de nuestras conciencias echa por la borda la poca seriedad que la historia quiere conseguir; es caricaturesco, anticuado, hippie, cliché, y demasiado cursi; y que para el colmo poco o nada afecta en la jugabilidad, pues la historia avanza del mismo modo.
Un narrador muy entrometido
La trama del juego solo se sostiene en ese argumento explicado en los primeros minutos del juego, donde las intervenciones de un narrador están de más y llega a ser muy molesto; tan es así que el en todo el juego estaremos escuchando al narrador, ya sea como interlocutor, lector de diálogos con algunos personajes e incluso como comentarista de los combates.
El juego promete que nuestras acciones comprometen directamente a la historia, sin embargo, hay momentos en la lucha de facciones, cuando nos toca conquistar los puestos de avanzada, se nos da la posibilidad de luchar o persuadir a nuestro oponente para llegar una tregua y nos confíe su puesto de avanzada. Si logramos persuadirlo, el efecto será el mismo que si hubiéramos tomado el puesto de avanzada por la fuerza; el líder de la facción lo sentirá como una derrota y la escena cinemática será la misma en ambos casos. Solamente hasta el final de este episodio de la trama es que encontramos que nuestras decisiones son consecuentes
Jugabilidad: Buen concepto, pero le faltó desarrollo
Biomutant es un juego que solamente se sostiene por tener un buen concepto; gran parte del juego está lleno de muy buenas ideas y sus ejecuciones tampoco son torpes; pero como dije, estas buenas ideas no sobresalen por no ir más allá que entregar una mecánica de juego para llenar los estándares que la industria exigen de un juego de mundo abierto. Hablando de mundo abierto, nuevamente estamos ante un gran diseño del mundo y escenarios y que aunque sean muy coloridos, explorarlos se sienten como andar en un páramo. Pocas cosas por hacer, hay muy pocas cosas con las que interactuar, más que el recolectar objetos para mejoras, y muy contados comerciantes. Las tareas y misiones secundarias son de nulo interés y se resuelven fácilmente.
No hay dificultad en Biomutant; los combates son un tanto extraños y cualquier clase que elijamos para nuestro personaje que sentirá igual; tanto en sus mecánicas como en la forma en que la controlamos; eso sí, reitero, el equipo de desarrollo de 101 tenía una verdadera intención por entregar un juego dinámico. El control se siente tosco, como si faltara pulirlo. Los enemigos pocas veces se defienden o contratacan; luchar se hace tan repetitivo que se convierte en un mero tramite para llegar al final del juego. De igual forma, los jefes principales rara vez se comportan de distinta manera; la forma de acabar con ellos será siempre la misma técnica de lucha con la que vencimos a los anteriores jefes.
Un mundo vivo, bello, pero vacío
Nuevamente, este es otro aspecto en el que el juegose queda a medias. En su entorno, ambientación y diseño es excelente, se siente como algo muy particular; fue la principal razón por la que el juego me llamó mucho la atención. Por momento el juego luce muy bien, pero otras veces, con sólo jugar un par de horas vemos que el juego faltó afinar las texturas; ciertos modelos de personajes, nuevamente reitero, se siente como un producto crudo, algo sacado de un proyecto de Early Access.
Las físicas y movimientos de los personajes de Biomutant me parecieron correctos; no suelo ser muy exigente en ese aspecto, y el juego corre de manera fluida en todas las versiones de juego.
No entiendo esa polémica que hubo porque en PS5 corriera en 1080p, es decir; estamos ante un juego dedicado para sistemas de la generación saliente; es natural que la compatibilidad de sistema limite al estudio a sacrificar algunos aspectos técnicos por entregar un producto en buenas condiciones.
El sonido del juego es correcto, me ha gustado cómo lo han adaptado. La música es aceptable, pero desgraciadamente muy repetitiva, sin ningún tipo de progresión. El juego llegó con voces al Español de España; no son de mi agrado, y afortunadamente podemos cambiar el idioma al Inglés y activar subtítulos al español. La única queja con el sonido de este juego fue lo que mencioné en un principio; las intervenciones del narrador son tan molestas que incluso quieres pasar por alto la historia del juego.
¿Biomutant es mal juego?
En conclusión: Biomutant pudo haber sido un gran juego, si tan solo le hubiéramos dado más tiempo de desarrollo y un poco más de presupuesto. El juego tiene muy buenas ideas, pero todas ellas se quedan a medias; ya sea por la urgencia de sacarlo o por el hecho de que se ha terminado el tiempo y presupuesto. El juego tampoco es malo, ni terrible como algunos medios lo han calificado. De hecho me atrevo a recomendarlo; solamente si tienes considerado que, no es un juego con una gran historia; tampoco unas mecánicas de juego sobresalientes, y que sus misiones principales son tan simples que constantemente te estarás preguntando en qué momento el juego progresará.