¿Te gusta sufrir, pasar por caminos tortuosos como un verdadero caballero o prefieres fantasear que has salvado al mundo como todo un Dios?
Después de un mes he podido terminar casi, repito, casi al 100% Bloodborne, un juego que todos sabemos perfectamente bien que tiene su dificultad y sus complicaciones a la hora de darte cierta ventaja ante tus enemigos. He de decir que hace mucho tiempo un juego no me imponía tanto reto como este. La última vez que jugué un juego “difícil” fue en el gamecube con eternal darkness. Todos los conocedores de este título se darán cuenta que eternal darkness te salía con ciertas sorpresas que te complicaban el gameplay. Ocurre lo mismo con bloodborne le cual suele ser muy troll y muy cruel, en las primeras 2 horas ya te va desanimando y eso puede hacer que muchos lo hayan dejado. Pero conmigo tuvo un no sé qué que siempre me dejó picado. Claro que siempre terminaba fastidiándome hasta decir “ya no lo vuelvo a jugar más” pero a las 2 horas o al siguiente día volvía a tocarlo para continuar con el juego. A todo esto me puse a pensar por qué las desarrolladores no suelen agregarle dificultad a sus juegos. La explicación más sencilla es precisamente por el público. Al agregarle dificultad elevada a un juego estás limitando tu público, de tal manera que la voz de los gamers más avanzados desanimarán a los novatos. Pero con bloodborne pasó todo lo contrario hace poco nos enteramos que el juego ha sido todo un éxito en ventas alcanzando el millón de consolas y pensándolo bien, el publico “hardcore” si podemos llamarlo de una manera no es tan limitado. Si realmente fueron ellos quienes compraron el juego junto a los fans y algún otro curioso, puedo decir que a la larga resulta darle un toque siniestro a los juegos, puesto que el factor sorpresa y ése tipo de detalles es lo que logran darle valor a un juego y hasta incluso los resalta entre el montón.
La dificultad de Bloodborne apela al miedo y a la incertidumbre
Bloodborne tiene muchos secretos que esconde a la vista, sólo que debes de seguir una secuencia de acciones nada fáciles para encontrar pasadizos secretos. Si te pones a pensarlo, eso llevó trabajo y esfuerzo para el equipo de FromSoftware y sin embargo lo dejaron oculto y que corriera entre los rumores de los gamers más experimentados, si te das cuenta es como en los tiempos en que los gamers se revelaban secretos de niveles escondidos y que solamente se sabían por los rumores. Ahora no es tanto así, pero siempre habrá alguien en Youtube que nos mostrará una aldea oculta en el juego y su forma de entrar. Como ven, aún existen juegos bien trabajados.
Pero volviendo al tema de la dificultad de los videojuegos, elevarla es un planteamiento que la desarrolladora toma muy a la ligera. Como dije al principio, elevarla limita el público y ya de por sí la mayoría de los gamers de ahora sólo juegan multijugador. Para los nostálgicos es algo imperdonable. Pero primero a modo de experiencia tomemos en cuenta lo siguiente a lo que al final te preguntaré por cuál te decantas
Si se eleva la dificultad la satisfacción de terminarlo será más grande de lo que comúnmente es pasar un juego. Te convertirás en leyenda y más aún si lo terminas al 100 por ciento. Pero a cambio de ello pasará por muchos retos, frustraciones, azotes de control, amarás y odiarás el juego a la vez. Te pasará todo lo que te conté al principio, a fin de cuentas pasarás por todo un viacrucis. Al terminar el juego sacarás el disco y lo alzarás como una hostia en plena misa y harás toda una ceremonia litúrgica. Pero, ¿después qué? Tu vida sigue igual, nada cambia y te habrás dado cuenta que acabar un juego difícil al 100% no cuenta como experiencia curricular a menos que te dediques a esto, que la verdad es un poco difícil pero no imposible.
Lo casual está donde menos te los esperas
Por otra parte si un juego tiene una dificultad media- baja, no sentirás lo mismo que con el juego difícil. Al mes o a la semana te olvidarás de él y peor aún si no tiene buena historia, un caso reciente fue The Order 1886 que la verdad yo ya ni recuerdo muy bien cómo iba la historia y eso que el juego se estrenó en febrero. Por el lado positivo, si un juego se termina fácil te dará chance de probar otros juegos, pero te quedarás estancado en la misma experiencia y lo demás jugadores te tratarán de “casual”.
Sea como sea los juegos se tienen que disfrutar, no sufrir, no es bueno que se agregue dificultad sólo porque sí, habrá que saber aprovecharla y eso es tarea de las desarrolladoras
¿Tú por cuál vas? ¿Prefieres un juego difícil que te tome mucho tiempo en pasar pero que al final te deje una gran satisfacción y te haga sentir orgulloso? o jugar juegos que no te impongan tanto reto porque a final de cuentas lo bueno es probar todos los juegos que salgan. Deja en los comentarios qué es lo que prefieres y veamos cuantos están a favor de la dificultad y cuantos en contra.