Las sombras de Metro 2033 y Metro Last Light esconden un oscuro pasado
Metro 2033 y Metro Last Light son excelentes juegos que plantean un panorama post-apocalíptico del que muchas veces se ha utilizado en lo videojuegos. Su mayor referencia sería la saga Fallout, pero por desgracia, al menos para mí, este juego no cuenta con ese misticismo que me atrae tanto de Metro, además que, como algunos sabrán, está basado en una serie de novelas del mismo nombre, lo que enriquece más la profundidad histórica del juego. Si has jugado su segunda entrega, Last Light, te darás cuenta que tiene algunos elementos de horror que lamentablemente tiene dichas referencias de la realidad.
Desde el comienzo sabrás que en el juego somos sobrevivientes de una catástrofe nuclear, la vida ha sido muy difícil desde ese entonces y conseguir comida lo es aún más. Es muy cómodo para nosotros refugiarnos en el inframundo, pero de vez en cuando tendremos que salir y afrontar la terrible realidad. Vemos que nuestro mundo ya no es el mismo y que pasamos a caer en la escala de la cadena alimenticia. Todo es confuso y que cualquier cosa, incluso lo que respiramos nos puede matar.
En muchas misiones del juego, donde más nos ambientamos en momentos lúgubres y funestos, es cuando el juego nos mete una presión psicológica y nos pone a pensar que fue lo que pudo haber pasado. De pronto, entraremos a un avión que colapsó durante el estallido de una bomba nuclear. Al principio no nos enteramos de la historia que hay detrás de ese avión, pero los indicios estuvieron siempre a la vista de nosotros. Las sombras que parecen tener vida y que nos perturban durante esa secuencia jugable y muchas más que aparecerán a lo largo del juego son una prueba de ella ¿Cómo reaccionarias si te dijera que esto es real? Seguramente te asombrarías o incluso te pondrías escéptico, pero déjame decirte que hay una explicación para esto y peor aún, tiene una historia de sucesos lamentable.
A partir de aquí conocerás el verdadero origen de estas sombras, la cuales nombraremos como sombras nucleares.
A finales de la segunda guerra mundial lo días 6 y 9 de de agosto de 1945, Hiroshima y Nagasaki fueron blancos para los primeros y únicos bombardeos nucleares que se han dado en la historia mundial. La razón por las cuales se eligieron estos lugares era porque los terrenos eran mayores a 4.8 km de diámetro y con blancos importantes para áreas urbanas. Porque la explosión causaría un daño efectivo y con esto ocasionarían un mayor efecto Psicológico en contra de Japón.
El efecto que causaron esas bombas fue perpetuo, miles de personas murieron inmediatamente, desintegrándose junto al polvo y la ceniza que arrasaba la onda expansiva de la bomba. Es aquí cuando podemos encontrar vestigios de este terrible acontecimiento.
La explosión dejó consigo marcas en las paredes y suelos que aún se pueden encontrar por la ciudad. La explicación de esto es que fue tal la intensidad de la explosión que dejó estas marcas, es como si algo tan fuerte se estampara contra tu piel y te dejara marcas. Junto a estas sombras no sólo quedaron marcados objetos, sino también personas que contrabajo reaccionaron al avistamiento de la fuerte luz de la explosión. Niños que jugaban a la luz del sol, madres que lo acompañaban, mujeres embarazadas y muchas historias que estas sombras aguardarán por el resto de la eternidad.
Lamentablemente estas no son las consecuencias más terribles que nos podemos encontrar…
Las imágenes que verás a continuación son fuertes. Te pido que por favor las veas con un criterio formado y que quede impactado en tu conciencia de lo terrible que puede ser la humanidad si se lo propone.
Los primeros efectos a simple vista fueron los daños causados por la onda de calor. La temperatura del centro de la bomba fue de más de 1 millón de grados centígrados. Lo que desintegraría por pedazos al cuerpo humano. Cuando la bomba había llegado a su máximo diámetro la temperatura que causó fue entre 3000°C y 4000°C. (La temperatura de la superficie del sol es de 5700°C, el hierro se funde a 1500°C)
Y aquí las segunda consecuencia notorias
El rayo de calor quemó y ennegreció el asfalto, y las marcas blancas fueron las barandillas que las cubrieron
Si crees que estar cerca de la bomba fue lo peor que les pudo haber pasado, déjame decirte que es lo que más desearías estar si te encontraras en esta situación.
La onda expansiva no solamente causó daños en los edificios. Todos los vidrios y pedazos que volaban quedaron incrustados en los cuerpos de los sobrevivientes, peor, aún, el cambio de la presión en el aire negativa a la onda de choque hizo que algunos ojos salieran de sus órbitas. Órganos internos también estallaran.
Una de las miles historias de esta tragedia recuerda a Shin y su mejor amiga, una niña de nombre Kimi, estaban afuera de la casa de la familia, jugando con su juguete favorito; un triciclo de manubrio rojo.
La explosión derribó la casa y creó “una explosión muy terrible, un destello cegador. Pensé que el mundo se había acabado”, cuenta el padre del niño en el libro. “Luego, igual de rápido, todo se puso negro”.
Shin se encontraba perdido en medio del caos. Su familia lo buscó desesperadamente… Entre todos los restos de la casa, allí la encontraron, debajo de una viga de la casa
“Su rostro sangraba y estaba hinchado. Estaba demasiado débil como para hablar, pero su mano seguía aferrada al manubrio rojo de su triciclo. Kimi estaba desaparecida, perdida en algún lugar debajo de la casa”.
La tercera consecuencia que encontramos de estos atentados está en los sobrevivientes. Ya que la radiación de estas bombas marcó y han marcado para siempre nuestras vidas. Los primeros indicios de estos los encontramos en las manchas purpuras. Algunos soldados de la guerra estuvieron expuestos a un kilómetro del epicentro de la explosión, pensando que quizás no les dañaría en absoluto. Pero después de diez días sus cabellos comenzaron a caer, sangraban de las encías y esta se acumulaba bajo la piel en forma de mancha color purpura. Este es uno de los tantos soldados que murieron con tanto dolor y sufrimiento.
Las futuras generaciones sufrieron mutaciones, niños con deformaciones genéticas, pondría imágenes de ello pero no me atrevo a hacerlo por respeto y porque quiero que este post se convierta en algo serio, que no genere especulación ni morbo. Sólo te puedo mencionar que entre ellos se encuentra la hidrocefalia, miembros que faltaban o sobraban en los bebes recién nacidos que fueron afectados por la radiación cuando aún estaban en el vientre de su madre…
Hiroshima en la actualidad es un lugar que supo recuperarse muy bien de esta catástrofe, pero los estragos de la bomba aún permanecen no solamente en los asfaltos, las sombras nucleares, los objetos, sino en la memoria de muchos hombres y mujeres que recuerdan con amargura este tormentoso pasado.
Japón nos ha demostrado que a pesar de que te lluevan grandes ataques, puedes recuperarte con el tiempo y hasta convertirte en potencia mundial. Algo que nuestros queridos países de habla hispana deberían aprender. No importa lo que sucedió en el pasado, porque eso ya fue, el presente es el que debemos arreglar para entregar una gran futuro
Ahora conoces la verdad detrás de las sombras nucleares. Una de las pocas cosas en los videojuegos que desearíamos no ver en la realidad, pero que ahí están. Si jugar esa parte de Metro te dio miedo, ahora imagina todas las cosas que te conté y que sucedieron en realidad, que sin duda superan todo el ambiente místico del juego.