El Parlamento británico sostuvo hoy un debate centrado en la necesidad de reforzar las protecciones al consumidor y la preservación de videojuegos, tomando como ejemplo el reciente cierre de Concord, el título multijugador de Sony que fue retirado repentinamente tras su fallido lanzamiento en agosto de 2024.
Durante la sesión, un miembro del Parlamento señaló que el caso de Concord ejemplifica la falta de claridad que muchos consumidores enfrentan al comprar productos digitales:
“Un ejemplo reciente es Concord, lanzado para PlayStation 5 y Windows en agosto de 2024. Tras un lanzamiento decepcionante, Sony decidió cerrarlo. En su mérito, reembolsaron todas las compras, pero esto no siempre sucede. Los editores deben ser responsables cuando no informan claramente la duración de vida útil de un juego en el punto de venta”, declaró.
El parlamentario destacó la importancia de la Digital Markets, Competition and Consumers Act 2024, ley que entró en vigor este año y exige a los comerciantes ofrecer información clara, oportuna y precisa sobre la funcionalidad y longevidad de los productos digitales.
Otros títulos fueron mencionados como ejemplos de juegos que se volvieron injugables tras el cierre de servidores, como The Crew y Anthem, este último con planes de desconexión definitiva más adelante en 2025.
El movimiento Stop Killing Games llega al Parlamento
El debate fue encabezado por el diputado Ben Goldsborough, quien presentó los argumentos del movimiento Stop Killing Games, iniciativa que aboga por los derechos de los jugadores y la preservación de títulos digitales.
Goldsborough subrayó que la industria de los videojuegos aporta 7.6 mil millones de libras anuales y más de 75,000 empleos al Reino Unido, y que los videojuegos deben ser considerados parte del patrimonio cultural del país:
“Los jugadores invierten más que dinero: invierten tiempo, esfuerzo, imaginación y amistad. Cuando un juego se apaga sin previo aviso, toda esa inversión se pierde. Esto trata sobre equidad, responsabilidad y proteger un legado cultural del que el Reino Unido debe sentirse orgulloso.”
El parlamentario también propuso crear fondos de apoyo y alianzas institucionales para garantizar la preservación de juegos significativos, de modo que no desaparezcan del acceso público tras el cierre de servidores o licencias.
Debate sobre la responsabilidad de los editores
Durante la discusión, algunos miembros del Parlamento expresaron dudas sobre cómo distribuir la responsabilidad en la preservación y mantenimiento de videojuegos una vez que los estudios son adquiridos o dejan de operar. No obstante, otros parlamentarios defendieron la noción de “justicia natural”:
“Si alguien ha pagado por un producto, debería poder usarlo durante el tiempo que desee”, sostuvo uno de los participantes.
A pesar de la amplia postura proconsumidor y pro-preservación expresada por la mayoría de los diputados, el gobierno del Reino Unido afirmó que no tiene intención de modificar las leyes actuales de consumo, dejando abierta la incertidumbre sobre el futuro legislativo en torno a la preservación digital y los derechos de los jugadores.

