¡Damas, caballeros y quimeras presentes! Esta vez les presentaremos un pequeño artículo en donde hablaremos un poco de la historia o, como es mejor conocido en inglés, el “lore” del mundo de Dark Souls 2.
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He resumido este artículo en tres puntos importantes de los que construí el mismo y de los que creo muy importantes para apreciar esta historia por lo que verdaderamente puede ofrecer.
El primer punto en el cual me enfoque es que muchos de los jugadores que han probado esta entrega o la anterior estarán de acuerdo que el argumento y la trama no son un punto fuerte en la saga, pero yo personalmente discrepo con esto, es decir, la historia en realidad tiene mucho que ofrecer pero solamente a aquellos que se toman el tiempo de adentrarse en ella. Alrededor del 80% de los jugadores, después de haber terminado el juego, no recuerdan mucho de la historia ni el por qué y cómo llegaron a ese punto, también no marcan como importante las motivaciones que movieron al personaje para llegar hasta donde esta al final del camino. La misma Heraldo Esmeralda nos dice al inicio del juego: “Algún día te encontraras ante las puertas de Drangleic sin saber en realidad por qué”.
Como sabemos nuestro personaje llega a Drangleic con un pasado desconocido buscando respuestas y una cura para la “maldición” que poseemos, la misma que hace que las personas que la sufren se vuelvan “Huecos”, en otras palabras no muertos, poco a poco olvidando su pasado y su mismo ser con cada vez que caen abatidos. Pero, ¿qué es en esencia la maldición? Y ¿de dónde surge? Estas dos son algunas de las preguntas más importantes del juego pero al mismo tiempo de las más difíciles de responder. Algunas especulaciones relacionan esta maldición a la época del rey Gwyn, en específico cuando conecto la primera llama, también en relación con el alma oscura y la misma esencia del surgimiento de la humanidad (Dark Souls).
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El segundo punto es que la historia en sí es bastante profunda e interesante en muchos aspectos y al conocer de la misma, el gameplay cambia, es decir, si prestamos atención cada personaje y jefe tiene su propia historia, algunas llenas de tristeza, pena, corrupción y desesperación, y conociendo esta información tenemos una pista de su lugar en el mundo en vez de pensar que simplemente son personajes vacíos y simples.
Un ejemplo es la historia de la mano izquierda y la mano derecha del rey Vendrick, es decir, Raime y Velstadt respectivamente, estos personajes fueron clave para la creación del reino de Drangleic pero a partir de la intervención de la reina Nashandra (hablaremos de ella más adelante) sus ideales se separaron. Velstadt se enfocaba principalmente en el bienestar del rey y Raime tenía una visión más general preocupándose por el reino, gracias a ello Raime pudo comenzar a darse cuenta de las manipulaciones de Nashandra sobre Vendrick y su búsqueda insaciable de poder. Al enfrentar al rey con estos hechos provocó una pelea contra Velstadt, marcando a Raime como traidor y desterrándolo del reino, de esta manera él descubrió que no importaba si estaba en lo correcto si no tenía el poder para respaldar los hechos. Raime buscó respuestas en los viejos reinos que vemos en el DLC de la trilogía de las coronas perdidas, especificando en el del viejo rey de hierro, en donde acabó sucumbiendo ante otro propósito y otra reina, convirtiéndose en el jefe “Caballero de Humo”.
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(Un dato curioso es que si te enfrentas contra este jefe utilizando el set de armadura de Velstadt, él entrará en su fase más fuerte inmediatamente en lugar de esperar hasta que la bajes la mitad de su vida)
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El tercer y último punto fue la relación de los hechos de Dark Souls con su secuela y el impacto de la historia en dicho mundo. Ambos reinos, tanto el de Lordran como el de Drangleic, ocurren en el mismo lugar pero en diferentes tiempos, conociendo esto podemos conectar acontecimientos entre las dos entregas y lograr entender muchos otros.
El ejemplo del que hablaré es sobre el jefe “Manus, Padre del Abismo” de Dark Souls y su relación con las cuatro reinas: “Nashandra” (reina de Vendrick), “Elana” (reina del rey hundido), “Nadalia” (se supone que sería la reina del viejo rey de hierro) y “Alsanna” (reina del rey de marfil). Como te habrás dado cuenta mencioné que Nadalia se suponía que sería la reina del viejo rey de hierro, esto no ocurrió ya que cuando Nadalia llegó al reino de dicho personaje, él ya había fallecido y sucumbido ante los demonios que lo convirtieron en el jefe final del Torreón de Hierro, pero eso será para otra ocasión. Retomando la historia, cada reina que mencionamos anteriormente es un pequeño fragmento de Manus, al matarlo en la primera entrega no se desvaneció o destruyo completamente, sino podríamos decir que se dividió o dejo atrás cuatro pedazos de sí mismo antes de sucumbir. Lo que buscaban estas reinas en general era poder, prácticamente son las hijas del abismo y principalmente son la razón de la caída de dichos reinos ante la oscuridad, con excepción de Nadalia y Alsanna, pero no perdonando sus oscuras motivaciones. De esta manera podemos ver cómo un hecho de la primera entrega tiene la capacidad de cambiar muchas cosas en la historia o el lore de la secuela.
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Quisiera terminar explicando el por qué llame así este artículo. Pese a que me enfoque principalmente a Dark Souls 2, el lore de esta entrega y de la saga en general no es muy reconocido, como mencioné en el primer punto muchos jugadores no llegan a encontrar el potencial de dicha historia ni por poco, ya que no te la cuenta el juego sino la tienes que descubrir en las descripciones de armas, armaduras, objetos, consumibles y especialmente en las almas, también se puede descubrir mucho si le ponemos atención a los diálogos de los personajes y a las historias que nos cuentan. Entonces podría comparar la esencia de este juego, es decir, la trama con todo su potencial con la de un alma muy especial que es difícil de encontrar y que fácilmente se puede olvidar.
Espero que el artículo sea de su agrado, si olvide algún punto importante o tienes algo que decir, déjanos tu opinión en los comentarios ya que nos sirve enormemente. ¡Nos vemos en la próxima!
